Se registró una caída repentina que llevó su valor a 112.600 dólares, aunque posteriormente se estabilizó en niveles superiores, cotizando entre 113.000 y 113.900 dólares.

A pesar de esta volatilidad, el sentimiento subyacente se mantiene alcista, respaldado por varios factores clave.

En primer lugar, la demanda institucional sigue siendo robusta, como lo demuestran los más de 1.000 millones de dólares en flujos combinados hacia los ETF de Bitcoin y Ether, y la continua acumulación por parte de entidades corporativas como Strategy, que adquirió 7.000 BTC. Además, el ETF IBIT de Blackrock ha superado a Deribit como el mayor mercado de opciones de Bitcoin, una señal del creciente dominio de los productos regulados. Los analistas mantienen una perspectiva positiva, con predicciones de un repunte del 50 % en el cuarto trimestre que podría llevar el precio a 170.000 dólares, apoyándose en el hecho de que octubre es históricamente un mes alcista para el activo. La firma de inversiones Fidelity considera que el mercado está entrando en una "nueva era" liderada por tenedores a largo plazo y empresas que cotizan en bolsa, lo que sugiere una mayor madurez y estabilidad a futuro.