El comportamiento del dólar está influenciado por múltiples factores.

A nivel global, la incertidumbre en torno a un posible cierre del gobierno en EE.

UU. presiona al dólar a la baja, lo que teóricamente favorece a monedas emergentes como el peso.

Sin embargo, factores locales y la percepción de riesgo también juegan un papel crucial. Un dato relevante es el fuerte ingreso de remesas, que en agosto de 2025 sumaron 1.095,38 millones de dólares, un 8,6 % más que el año anterior, lo que representa una mayor oferta de dólares en el país. De cara al futuro, expertos reunidos en el evento “El Libro 2026” indicaron que “el debilitamiento de cerca de 10% en 2025 podría continuar”, aunque reafirmaron que la dominancia del dólar se mantendrá al no existir un sustituto global.