El barril de WTI se cotizaba en US$64,07, con una caída del 0,70 %, mientras que el Brent, de referencia en Europa, se ubicaba en US$67,94, con un retroceso del 0,77 %.

Este descenso revirtió las ganancias de la sesión anterior, que habían sido impulsadas por preocupaciones sobre posibles interrupciones en la producción rusa tras ataques a su infraestructura.

Sin embargo, el foco del mercado se desplazó hacia los fundamentales de oferta y demanda. Adicionalmente, los datos del Instituto Americano del Petróleo mostraron una reducción de 3,2 millones de barriles en las reservas de crudo de Estados Unidos, un dato que normalmente impulsaría los precios pero que fue opacado por las preocupaciones macroeconómicas. Los inversores ahora esperan los datos oficiales de inventarios del gobierno estadounidense para confirmar esta tendencia. La caída en los precios del crudo refleja la sensibilidad del mercado a cualquier señal de desequilibrio entre la oferta y la demanda a nivel mundial.