India, por ejemplo, experimentó salidas superiores a los 1.400 millones de dólares. Este comportamiento contrasta con el desempeño de algunos de los principales índices bursátiles de Asia, donde la bolsa de Tokio encadenó una tercera jornada récord y el índice Hang Seng de Hong Kong culminó su mejor semana en meses. Esta desconexión entre el buen rendimiento de ciertos mercados y la falta de apetito inversor general por las acciones emergentes llevó al IIF a advertir que "las condiciones técnicas se han adelantado a los fundamentos, aumentando la vulnerabilidad a nuevos shocks". A pesar de la fragilidad en las acciones, América Latina se destacó como una excepción positiva, recibiendo 3.200 millones de dólares en flujos de renta variable.