Este aumento tiene implicaciones directas para mercados como el colombiano, dada la relevancia del sector petrolero en su economía.

Durante las jornadas de negociación, la referencia Brent, de importancia para Europa, se cotizó en niveles como US$67,53 por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos alcanzó los US$63,71.

Ambos crudos mostraron aumentos diarios que rondaron el 1,72 % en un día y el 0,7 % en la apertura del siguiente, evidenciando una clara tendencia alcista.

La principal causa de este movimiento son las crecientes tensiones geopolíticas, así como la perspectiva de mayores restricciones al petróleo ruso, factores que generan preocupación sobre la estabilidad del suministro global.

Sin embargo, esta presión alcista coexiste con fuerzas que tiran los precios a la baja. Los informes de mercado señalan que el "incremento en los inventarios globales y el fortalecimiento de la oferta por parte de OPEP+" actúan como un contrapeso, evitando una escalada de precios aún mayor.

Para Colombia, esta dinámica es particularmente relevante.

Ecopetrol, la principal empresa del país, se beneficia directamente de precios más altos del crudo. De hecho, la acción de la petrolera figura constantemente entre las más negociadas en la Bolsa de Valores de Colombia, lo que demuestra cómo el sentimiento del mercado energético internacional se traslada rápidamente al ámbito local.