A nivel internacional, la debilidad general del dólar ha sido fundamental.

Según Ernesto Revilla, economista de Citigroup, el dólar registró una caída global del 6,8 % en 2025, beneficiando a monedas emergentes. Rodrigo Lama, de Global66, destacó que "el peso colombiano exhibió mayor solidez que otras monedas latinoamericanas al romper el soporte de $4.000".

A pesar de esta fortaleza, los analistas anticipan un comportamiento lateral con una posible depreciación moderada hacia fin de año. La Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia proyectó que la tasa de cambio cerraría el año con un promedio de $4.237, debido a riesgos fiscales y la política de la Reserva Federal. Este escenario beneficia a viajeros e importadores, pero la volatilidad inherente al mercado de divisas sigue siendo un riesgo latente.