El peso colombiano ha mostrado una notable fortaleza en los últimos meses, rompiendo la barrera de los $4.000 por dólar y consolidándose en niveles no vistos en el año. Este comportamiento responde a una combinación de factores locales e internacionales que han incrementado el atractivo de la moneda local para los inversionistas. El tipo de cambio ha operado consistentemente por debajo de los $4.000, cerrando en valores como $3.926,25 y alcanzando mínimos de $3.912 durante las jornadas de negociación. Esta apreciación, que según Credicorp Capital fue de aproximadamente 4,6 % en lo corrido del año, se atribuye a varios factores clave. En el ámbito local, las altas tasas de interés del Banco de la República son un imán para el capital extranjero. Jhon Torres Jiménez, de Native Capital Management, señaló que "Colombia mantiene una de las tasas de interés más altas de América Latina, lo que convierte al peso en una opción atractiva para quienes buscan retornos superiores en renta fija".
A nivel internacional, la debilidad general del dólar ha sido fundamental.
Según Ernesto Revilla, economista de Citigroup, el dólar registró una caída global del 6,8 % en 2025, beneficiando a monedas emergentes. Rodrigo Lama, de Global66, destacó que "el peso colombiano exhibió mayor solidez que otras monedas latinoamericanas al romper el soporte de $4.000".
A pesar de esta fortaleza, los analistas anticipan un comportamiento lateral con una posible depreciación moderada hacia fin de año. La Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia proyectó que la tasa de cambio cerraría el año con un promedio de $4.237, debido a riesgos fiscales y la política de la Reserva Federal. Este escenario beneficia a viajeros e importadores, pero la volatilidad inherente al mercado de divisas sigue siendo un riesgo latente.
En resumenEl peso colombiano se ha fortalecido significativamente, cotizando por debajo de los $4.000, impulsado por altas tasas de interés locales y la debilidad global del dólar. Aunque los analistas prevén una tendencia lateral con posible depreciación moderada a fin de año, el escenario actual beneficia a importadores y viajeros, aunque la volatilidad sigue siendo un riesgo.