La apreciación del peso colombiano fue impulsada por un escenario internacional favorable y factores locales que generaron mayor confianza entre los inversionistas.
Durante dos jornadas consecutivas, la divisa estadounidense mostró un comportamiento descendente.
El 8 de septiembre cerró en 3.939,46 pesos, por debajo de la Tasa Representativa del Mercado (TRM), y al día siguiente continuó su caída para cerrar en 3.921,60 pesos, llegando a tocar un mínimo de 3.905,55 pesos durante la sesión.
Analistas atribuyeron esta fortaleza del peso a una combinación de factores.
En el ámbito internacional, destacaron las “crecientes apuestas de un recorte de tasas por parte de la FED” y un escenario favorable para los mercados emergentes. A nivel local, el panorama se vio beneficiado por el alza de más del 1 % en los precios del petróleo y por el hecho de que los seguros contra el riesgo de incumplimiento de Colombia (CDS a 5 años) alcanzaron su nivel más bajo desde febrero. Este comportamiento del dólar coincidió con una valorización del 0,44 % en la deuda pública colombiana (TES), lo que refuerza la percepción de un mayor apetito por los activos colombianos. A pesar de que una de las jornadas registró un bajo volumen de negociación, la tendencia descendente quedó confirmada.