A pesar de la caída inicial, los inversores rápidamente recalibraron sus expectativas, interpretando los datos como un argumento sólido para que la Fed actúe. La atención del mercado ahora se centra en la próxima revisión anual de los datos de empleo y, de manera más inmediata, en el informe de inflación del jueves, que será determinante para la decisión de la Fed. La debilidad del mercado laboral ha puesto sobre la mesa la posibilidad de un recorte de tasas de hasta 50 puntos básicos, aunque un movimiento de 25 puntos básicos es el escenario más descontado por los analistas.
