El Brent, de referencia en Europa, subió un 1,66% hasta alcanzar los US$66,75 por barril. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, escaló un 1,91%, situándose en US$63,10 por barril. Este comportamiento de precios sugiere que los inversores valoran la disciplina de producción del grupo y consideran que el pequeño aumento no será suficiente para generar un exceso de oferta en el corto plazo, manteniendo así un soporte para las cotizaciones.