Más allá del impacto cambiario, estos datos económicos alimentan la especulación sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal. Un mercado laboral en enfriamiento intensifica las preocupaciones sobre un posible debilitamiento económico, lo que aumenta la presión sobre el banco central para que adopte una postura más acomodaticia. Esta situación se alinea con el sentimiento predominante en los mercados de futuros y predicción, donde los operadores son "casi unánimes" en su expectativa de que la Reserva Federal procederá con un recorte de un cuarto de punto en las tasas de interés. La confluencia de datos económicos débiles y las expectativas del mercado crea un panorama en el que una política monetaria más laxa en EE.

UU. parece cada vez más probable.