El día anterior, la divisa ya había cerrado en $3.986, su cierre más bajo desde julio.

Este comportamiento fue impulsado principalmente por factores externos.

Según la firma Acciones & Valores, “los datos más recientes del mercado laboral en EE. UU. refuerzan ese escenario de flexibilización monetaria, lo que ha generado una caída del 0,6 % en el dólar a nivel global (DXY en 97,6) y una apreciación promedio del 0,5 % en las monedas de la región”. Gracias a este contexto, el peso colombiano lideró las ganancias en Latinoamérica.

A pesar de la fuerte tendencia bajista, la analista Paula Chaves de HFM señaló que la divisa se mantiene oscilando en un rango técnico definido entre $3.982 y $4.075, y que se necesitaría una ruptura de estos niveles para confirmar una tendencia sostenida.