Las fluctuaciones reflejan la constante reevaluación de la oferta y la demanda por parte de los operadores.

El mercado petrolero mostró una notable volatilidad, aunque con una tendencia general al alza en los precios de sus principales referencias. El crudo Brent, de referencia en Europa, fue cotizado en un rango que fue desde los 68,13 hasta los 69,4 dólares por barril, con avances diarios que llegaron a ser del 1,8 %. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), referencia para Estados Unidos, se movió entre 64,50 y 65,87 dólares por barril, también con incrementos en su cotización.

Estos movimientos de precios se producen en un contexto de mercado complejo. Por un lado, la fortaleza del crudo se ve respaldada por factores geopolíticos, como las negociaciones comerciales entre India y Estados Unidos, surgidas como consecuencia de los aranceles impuestos por Washington en represalia por las compras de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi. Por otro lado, el mercado se mantiene expectante ante la publicación de indicadores económicos clave en Estados Unidos y Europa, como las solicitudes de subsidio por desempleo y los datos de inflación, que podrían ofrecer pistas sobre la salud de la economía global y, por ende, sobre la futura demanda de energía. A pesar del entorno de aversión al riesgo que domina los mercados de acciones, el petróleo ha logrado mantener una cotización firme, aunque sujeta a las fluctuaciones dictadas por la constante llegada de nuevos datos económicos y desarrollos geopolíticos.