Los resultados corporativos de Nvidia, el gigante de los chips de inteligencia artificial, han generado reacciones mixtas en los mercados bursátiles de todo el mundo. A pesar de reportar un fuerte crecimiento, las cifras y proyecciones de la compañía no lograron superar las elevadas expectativas de algunos analistas, provocando volatilidad en el sector tecnológico. Tras la presentación de sus resultados, las acciones de Nvidia llegaron a ceder más de un 3% en las operaciones fuera de mercado. Aunque la compañía destacó la fuerte demanda de sus chips impulsada por la IA, que seguirá impulsando los beneficios, su previsión para el trimestre actual fue considerada por debajo de las “estimaciones muy optimistas” del mercado. Un punto de preocupación fue la “incertidumbre sobre las ventas de chips H20 a China, que siguen bloqueadas por temas geopolíticos”, según señaló Renta4 Banco.
Esta situación llevó a que Nvidia no incluyera las ventas chinas en su pronóstico.
El impacto se sintió a nivel global.
En Europa, las acciones de semiconductores mostraron un comportamiento dispar: ASML y BE Semiconductor Industries cayeron, mientras que Infineon Technologies y ASM International subieron. En Estados Unidos, los resultados de Nvidia fueron un factor clave en la dinámica del S&P 500. A pesar de que el índice alcanzó máximos históricos, los retrocesos en las acciones de Nvidia generaron dudas sobre la continuidad del rally tecnológico, que ha sido el principal motor del mercado. Los analistas consideran que la capacidad de Nvidia para sorprender al mercado “está mostrando signos de moderación”.
En resumenLos resultados de Nvidia, aunque sólidos, no cumplieron con las expectativas más optimistas, lo que generó una ola de cautela en el sector tecnológico global. Este episodio demuestra la enorme influencia de la compañía en el sentimiento del mercado y subraya los riesgos geopolíticos que enfrenta la industria de semiconductores.