A pesar de estas caídas diarias, ambos contratos se encaminaban a registrar ganancias semanales cercanas al 1%.

Este avance semanal se ha visto impulsado por las tensiones geopolíticas, particularmente los ataques ucranianos a terminales de exportación de petróleo rusas, que han generado dudas sobre la estabilidad del suministro. La falta de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania también ha contribuido a la incertidumbre. Por otro lado, un factor que ha presionado los precios a la baja es el fin de la temporada de conducción de verano en EE.

UU., que tradicionalmente culmina con el festivo del Día del Trabajo.

Esto anticipa una menor demanda de combustible en el principal consumidor mundial. A pesar de la ganancia semanal, en una perspectiva más amplia, ambos contratos se dirigen a registrar pérdidas mensuales superiores al 6%, arrastrados por los constantes aumentos de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).