Estas fluctuaciones reflejan la tensión del mercado ante la publicación de datos económicos clave en Estados Unidos y la actividad de grandes tenedores, conocidos como 'ballenas'. La caída inicial llevó la cotización a un mínimo de sesión de $108,104, provocando la liquidación de aproximadamente $110 millones en posiciones largas en un lapso de 24 horas. Este movimiento a la baja fue atribuido en parte a la actividad de las 'ballenas' y a la incertidumbre general del mercado antes de la publicación del índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) en EE. UU., un dato de inflación crucial para la Reserva Federal.
A pesar de esta presión vendedora, el precio de Bitcoin mostró resiliencia, recuperándose posteriormente y alcanzando los $113,000. Algunos analistas señalan que los alcistas del mercado parecen estar ignorando el riesgo de una nueva caída, aunque advierten que es crucial que la criptomoneda cierre la semana por encima de niveles clave, como los $114,000, para evitar una corrección más profunda que podría llevar el precio hacia los $103,000. La volatilidad del Bitcoin se enmarca en un contexto donde las criptomonedas se consolidan como una opción de inversión para perfiles de alto riesgo, especialmente a través de estrategias como el 'trading', que busca obtener ganancias en cortos períodos de tiempo aprovechando los diferenciales de precios. La situación actual subraya la sensibilidad del mercado cripto a factores macroeconómicos y a las acciones de grandes jugadores, manteniendo a los inversores en un estado de alerta constante.