Sin embargo, el mercado no está exento de riesgos. Hacia finales de mes, el sector tecnológico mostró signos de desgaste, particularmente con los retrocesos en las acciones de Nvidia. Aunque sus resultados fueron positivos, revelaron una “cierta desaceleración en las ventas de chips de inteligencia artificial”, lo que generó dudas sobre la sostenibilidad del avance. Según el analista Antonio Di Giacomo, el S&P 500 atraviesa una “etapa crucial, en la que combina récords históricos con señales de vulnerabilidad”. La política monetaria de la Fed sigue siendo el factor determinante.

Los próximos informes de inflación y empleo serán decisivos para confirmar si el banco central adopta una postura más flexible. Aunque el índice de volatilidad VIX se mantiene en niveles bajos, los analistas advierten que el otoño podría traer movimientos más bruscos, y las tensiones políticas en torno a la independencia de la Fed añaden un elemento adicional de incertidumbre.