Sin embargo, para el cierre de la jornada, la divisa sorprendió con un movimiento a la baja, terminando en un mínimo de $4.029,50. Al día siguiente, 28 de agosto, el dólar abrió nuevamente a la baja en $4.022, manteniéndose por debajo de la TRM de $4.051,97 y mostrando una curva descendente en los primeros minutos de negociación. Los analistas de JP Tactical Trading aseguraron que el comportamiento estaba dentro de lo esperado y no identificaron catalizadores que pudieran generar un rompimiento de niveles clave, anticipando una relativa estabilidad. Esta dinámica refleja un mercado cauteloso, donde los inversionistas sopesan la devaluación de otras monedas latinoamericanas y la fortaleza del índice DXY del dólar, frente a factores internos como las discusiones del Presupuesto General de la Nación y la posible radicación de una nueva reforma tributaria.