Las tensiones en Ucrania y los nuevos aranceles de Estados Unidos a India son los principales catalizadores de la volatilidad. El 26 de agosto, los precios retrocedieron significativamente, con la referencia Brent cayendo un 2,17 % hasta los US$66,74 por barril y el WTI perdiendo un 2,22 % para negociarse en US$63,36. Esta caída, que limitó la apreciación del peso colombiano, se produjo mientras los operadores monitoreaban el conflicto entre Rusia y Ucrania por posibles interrupciones en el suministro de combustible.
Al día siguiente, 27 de agosto, los precios se estabilizaron tras las fuertes pérdidas.
El WTI se negociaba en US$63,38 y el Brent en US$66,75. El principal factor en esta jornada fue la entrada en vigor de los nuevos aranceles de hasta el 50 % impuestos por la administración Trump a la India, el tercer mayor consumidor de crudo del mundo. La sanción, motivada por la compra de petróleo ruso por parte de India, introduce una nueva capa de complejidad en la dinámica de la demanda global. El mercado permanece atento a cualquier desarrollo en la guerra de Ucrania, con una reunión programada entre el enviado especial de EE.
UU. y representantes ucranianos, lo que podría generar nuevos movimientos en los precios.