El martes, las bolsas europeas abrieron con bajas de alrededor del 1 %.

La caída más pronunciada fue la de París, que cedió un 1,65 %. Este retroceso se debió a la noticia de que la oposición no respaldará la moción de confianza convocada por el primer ministro Francois Bayrou, lo que genera incertidumbre sobre la aprobación de los presupuestos de 2026.

A la bolsa parisina le siguieron Milán, con una pérdida del 0,94 %, Londres, que tras un día festivo cayó un 0,66 %, y Fráncfort, con un descenso del 0,45 %. El día anterior, las plazas europeas ya habían mostrado una tendencia a la baja, con caídas moderadas en torno al 0,5 %, a excepción de Londres, que había logrado subir un 0,13 % para situarse en máximos históricos. Este comportamiento refleja una toma de ganancias por parte de los inversores después de que el mercado estadounidense alcanzara récords.

Adicionalmente, noticias corporativas específicas, como el desplome del 16 % en las acciones del desarrollador de parques eólicos danés Oersted, contribuyeron al sentimiento negativo. En un movimiento a más largo plazo, ocho países de Europa central y del sudeste firmaron un memorándum para unificar sus mercados financieros y armonizar la regulación, buscando un mayor desarrollo de sus bolsas de valores.