Los operadores monitorean de cerca el conflicto entre Rusia y Ucrania ante posibles interrupciones en el suministro de combustible. A principios de la semana, el crudo mostró una tendencia alcista debido a la preocupación por los ataques con drones a la infraestructura energética rusa y las sanciones de Estados Unidos, que podrían afectar el suministro de crudo de ese país. El lunes, la referencia WTI ganó un 2,10 % hasta los US$65 por barril, y el Brent se valorizó un 1,70 % para cotizar en US$68,36.
Sin embargo, en la jornada siguiente, los precios devolvieron parte de esas ganancias. El martes, el Brent, crudo de referencia en Europa, caía un 1,42 % para cotizar en US$67,25, mientras que la referencia estadounidense WTI bajaba un 1,54 % hasta los US$63,80 por barril. Esta caída se enmarca en un contexto de aversión al riesgo en los mercados globales, influenciado por la incertidumbre política en Estados Unidos y Europa. A pesar de la volatilidad diaria, las tensiones geopolíticas siguen siendo un factor de soporte clave para los precios, ya que cualquier escalada en el conflicto podría tener un impacto directo y significativo en la oferta global de energía, manteniendo a los inversores en un estado de alerta constante.













