Contrario a las expectativas iniciales de un tono más restrictivo debido a datos de inflación recientes, Powell sorprendió al adoptar un enfoque más flexible.

Reconoció que, aunque persisten riesgos, el proceso desinflacionario está avanzando y, crucialmente, señaló que la política monetaria actual podría estar afectando el mercado laboral estadounidense. En sus palabras, Powell "destacó que los riesgos para el empleo son a la baja, y que el crecimiento del PIB se ha ralentizado de forma notable por una desaceleración en el consumo privado". Esta postura fue interpretada por los mercados como una señal clara de que la Fed está considerando un ajuste en su política. Como resultado, la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en la reunión de septiembre aumentó significativamente, situándose en un 83 % según el informe de Acciones & Valores. El impacto fue inmediato: Wall Street cerró la semana previa con máximos históricos en el Dow Jones, y el dólar experimentó una caída semanal del 0,63 % en Latinoamérica. Esta coyuntura ha sido el principal motor de los mercados al inicio de la semana, influyendo en la apertura a la baja del dólar en Colombia y en el optimismo de las bolsas asiáticas.