El anuncio se produjo a través de una carta publicada por Trump en redes sociales, donde declaraba la destitución de Cook con efecto inmediato. El mandatario argumentó que existía "causa suficiente" para su remoción, basándose en acusaciones de fraude hipotecario planteadas a principios de agosto por William Pulte, director de la Agencia Federal de Financiamiento de Vivienda. Por su parte, la gobernadora Cook, propuesta para el cargo por el expresidente Joe Biden, negó rotundamente las acusaciones y afirmó que no se dejaría intimidar para abandonar su puesto. Este enfrentamiento es percibido por los analistas como el más reciente ataque de Trump contra la Fed, en un aparente esfuerzo por ejercer mayor influencia sobre las decisiones del banco central, especialmente en lo que respecta a la fijación de las tasas de interés. La reacción de los mercados no se hizo esperar: los futuros de Wall Street registraron caídas y se observó un aumento en la demanda de activos de refugio seguro, como el oro, cuyo precio subió ante la creciente incertidumbre. Los inversores ahora monitorean de cerca el desenlace de esta situación, ya que la estabilidad e independencia de la Reserva Federal son cruciales para la confianza en el sistema financiero de Estados Unidos y, por extensión, en la economía global.