Este notable rendimiento se atribuye a una confluencia de factores favorables, como la debilidad del dólar, el repunte de las materias primas y la percepción de valoraciones atractivas. En el sur del mapa financiero global, “los reinos de Colombia y Chile brillaron con fuerza”. Su extraordinario desempeño, con mercados que “treparon más de 40% en dólares”, los ha posicionado como puntos de gran interés para los inversores internacionales. Los impulsores de este rally son multifactoriales.

En primer lugar, la caída del dólar a nivel global ha beneficiado a las monedas y activos de mercados emergentes. En segundo lugar, el “resurgir de las materias primas”, un componente clave de las economías de ambos países, ha mejorado las perspectivas económicas y corporativas. Finalmente, se ha producido la llegada de “nuevos viajeros de capital en busca de tesoros escondidos”, atraídos por valoraciones que, según los analistas, todavía “lucen como gangas frente al resto del mundo”. El caso de Colombia es un claro ejemplo de esta tendencia, con su índice MSCI Colcap registrando una variación positiva del 34,71 % en lo que va del año y alcanzando máximos no vistos en 12 años.

Adicionalmente, se especula que los “vientos políticos podrían traer rallies preelectorales”, añadiendo otro posible catalizador para el futuro cercano.