Según el investigador Pablo García Silva, los tres países presentan rezagos evidentes en liquidez.

En Colombia, por ejemplo, el financiamiento a través de acciones y bonos representa solo el 24 % del PIB, muy por debajo del 64 % de Chile. La inversión extranjera en acciones en Colombia tampoco supera el 10 % del PIB, mientras que en economías desarrolladas rebasa el 50 %.

Sebastián Nieto, de la OCDE, afirmó que “hay un margen donde la integración financiera regional puede jugar un papel fundamental gracias a ganancias de eficiencia, reducción de costos de transacción e información y por supuesto mejoras en liquidez y mitigación de riesgo”. Para Colombia, la integración es crucial para cerrar la brecha de financiamiento de las pymes, que equivale al 14 % del PIB. En línea con este objetivo, la Unidad de Regulación Financiera (URF) trabaja en un régimen flexible para facilitar el acceso de estas empresas al mercado de valores.