En Japón, el índice de Tokio cayó un 1,51 % en una jornada y un 0,65 % en la siguiente. Estas caídas se produjeron después de la publicación de datos comerciales más débiles de lo esperado para julio, que mostraron una contracción de las exportaciones del 2,6 %, la mayor en cuatro años. Además, la actividad en el sector de servicios japonés también se contrajo en agosto, lo que se sumó al sentimiento negativo. Por el contrario, los mercados chinos experimentaron un auge, con el índice de Shanghái subiendo un 1,04 % en una sesión y un 0,13 % en la otra. Este optimismo se basó en las crecientes expectativas de que Pekín proporcionará más estímulo económico, especialmente después de que el Banco Popular de China mantuviera sin cambios su tasa de interés de referencia. En Australia, el mercado recibió un impulso gracias a datos positivos de actividad empresarial para agosto y a una rotación de los inversores desde el sector tecnológico hacia los sectores financiero y de materias primas, que son los más grandes del índice ASX. En otros lugares, Seúl y Hong Kong mostraron resultados mixtos en las diferentes jornadas, reflejando la tendencia general de un mercado regional sin una dirección clara.
