La acción de Ecopetrol se encuentra en el centro de un intenso debate, con su presidente, Ricardo Roa Barragán, defendiendo la gestión de la compañía frente a las críticas por el bajo rendimiento bursátil. Roa atribuye la caída del valor de la acción principalmente a factores externos, afirmando que "hoy no hay otra explicación distinta al referente del mercado internacional del precio del crudo". Sostiene que los fundamentales del negocio siguen siendo sólidos, con una reposición de reservas del 104 % el año pasado y márgenes Ebitda del 40 %, que, según él, ubican a la empresa por encima de gigantes como Exxon y Shell. Sin embargo, los analistas del mercado ofrecen una visión mucho más crítica.
Omar Suárez, de Aval Casa de Bolsa, argumenta que, si bien el precio del petróleo es un factor, la mayor presión proviene de la percepción de los inversionistas sobre el gobierno corporativo, mencionando las investigaciones que enfrenta el presidente Roa y los cambios en las reglas para conformar la junta directiva. Por su parte, Juan Camilo Buendía, de Acciones & Valores, destaca que la acción de Ecopetrol muestra una desvalorización mayor en comparación con sus competidores regionales y globales. Buendía señala problemas internos como la caída trimestral de ingresos y utilidades, una reducción de los márgenes netos de más del 20 % en 2022 a menos del 10 % recientemente, y un aumento del endeudamiento. Esta divergencia de opiniones refleja la compleja coyuntura que enfrenta la petrolera, atrapada entre la volatilidad del mercado global y una creciente desconfianza interna.
En resumenEl futuro bursátil de Ecopetrol es incierto, con una marcada división entre la narrativa de la gerencia, que culpa a factores externos, y la de los analistas, que apuntan a serios problemas de gobierno corporativo y un deterioro financiero como las causas principales de su bajo desempeño.