Volkswagen está llevando a cabo una reestructuración estratégica de su oferta de productos y su modelo de ingresos, marcada por la decisión de cesar la producción de su conocido SUV Touareg y la introducción de un modelo de negocio basado en suscripciones para sus vehículos eléctricos. La compañía alemana confirmó que la producción del Touareg, un vehículo representativo en el segmento de los SUV grandes desde 2002, finalizará a mediados de 2026 y no tendrá una nueva generación. La razón principal detrás de esta decisión es su elevado costo de producción. Volkswagen ha optado por priorizar vehículos de mayor volumen de ventas y más rentables, posicionando al modelo Tayron como la alternativa natural en su catálogo. Esta medida refleja un reenfoque hacia la eficiencia de costos y la optimización del portafolio. Al mismo tiempo, Volkswagen está explorando nuevas fuentes de ingresos en la era del software automotriz.
La empresa ha comenzado a ofrecer un servicio por suscripción para su modelo eléctrico ID.3 Pure en el mercado británico.
Por una tarifa mensual de 22 dólares, o un pago único de 878 dólares, los propietarios pueden "liberar" 20 caballos de fuerza adicionales que ya están presentes en el hardware del vehículo. Aunque la potencia extra es modesta en comparación con ofertas similares de otras marcas como Tesla o Mercedes-Benz, esta iniciativa señala un claro movimiento de Volkswagen hacia la monetización de características y servicios digitales, buscando generar ingresos recurrentes más allá de la venta inicial del automóvil.
En resumenVolkswagen está girando su modelo de negocio, por un lado, eliminando modelos de alto costo como el Touareg para centrarse en vehículos de mayor volumen y, por otro, introduciendo servicios de suscripción para que los clientes paguen por desbloquear rendimiento adicional en sus autos eléctricos, buscando nuevas vías de rentabilidad.