Esta situación generó reacciones encontradas.
El presidente Gustavo Petro destacó que el crecimiento desestacionalizado fue el más alto de su gobierno y atribuyó la caída de la construcción a las altas tasas de interés. Por su parte, gremios como la ANDI y la Asociación Colombiana de Minería (ACM) expresaron su preocupación, señalando que el decrecimiento minero es el resultado de políticas gubernamentales, regulaciones restrictivas y un entorno de incertidumbre que afecta la inversión y la competitividad.