En este contexto, el Gobierno Nacional ha dado pasos para diversificar la matriz energética. El Ministerio de Minas y Energía expidió la resolución que da apertura a la primera ronda de adjudicación para proyectos de energía eólica costa afuera, una tecnología con gran potencial para fortalecer la resiliencia del sistema.

El ministro Edwin Palma Egea calificó esta ronda como una “apuesta estratégica por el futuro energético del país”. Paralelamente, empresas como TGI reportaron una caída en su utilidad neta del 9,6% en el segundo trimestre, debido a menores ingresos por la ausencia de despacho térmico. Por otro lado, ESSA, la electrificadora de Santander, alertó sobre pérdidas millonarias por hurto de energía, que en 2024 superaron los $160 mil millones, afectando la estabilidad de la red. Estas situaciones, sumadas a la incertidumbre regulatoria, dibujan un panorama complejo que exige acciones coordinadas para garantizar la confiabilidad del suministro y atraer la inversión necesaria.