En 2012, la compañía se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos al no poder solventar una deuda de 6.750 millones de dólares.

Logró recuperarse temporalmente en 2020, cuando el gobierno estadounidense la seleccionó para producir ingredientes farmacéuticos, lo que impulsó sus acciones.

Sin embargo, las deudas han vuelto a superar su capacidad financiera, dejando su futuro en una situación de incertidumbre. Actualmente, la empresa ha diversificado su negocio más allá de la fotografía, incluyendo impresión digital y tradicional, materiales avanzados y licencias de marca.