Villar destacó que esta transferencia “se perfila como un apoyo fiscal similar, o incluso superior, al que habría significado la reforma tributaria”.

De hecho, el monto equivale a cerca del 50 % de la meta máxima de recaudo que buscaba dicha propuesta legislativa. En un momento en que el Gobierno enfrenta un deterioro de la situación fiscal y un déficit creciente, estos fondos generados internamente por el banco central fortalecen la capacidad fiscal del país sin necesidad de aumentar impuestos. Sin embargo, Villar también advirtió sobre el complejo panorama fiscal, señalando que el desbalance en las cuentas públicas se ha profundizado, lo que incrementa la deuda y la presión sobre el pago de intereses a futuro. El reto para el Ejecutivo será administrar estos recursos de manera eficiente y consolidar políticas fiscales sostenibles a largo plazo.