La principal criptomoneda alcanzó los US$120.077 tras una subida del 1,46 %, un movimiento que, según informes, fue impulsado en gran medida por las compras durante el horario comercial asiático.
El auge no se limitó al bitcoin; el ether también alcanzó niveles no vistos desde 2021.
Este optimismo se trasladó al mercado de valores, donde las acciones de empresas del sector registraron ganancias significativas: Coinbase subió más del 5 %, Circle avanzó un 3 % y Galaxy Digital un 8 %. Asimismo, acciones vinculadas al ether, como Bitmine Immersion Technologies, se dispararon un 25 %.
Sin embargo, el entusiasmo del mercado coexiste con una visión más cautelosa por parte de algunos analistas.
El economista Henrik Zeberg ha calificado al bitcoin como un “activo altamente propenso al riesgo”, vinculando su destino al del índice tecnológico Nasdaq y advirtiendo sobre una posible “BurbujaTecnológica2”.
Esta perspectiva contrasta con la de estrategas de inversión como Tony Pasquariello de Goldman Sachs, quien ha manifestado su preferencia por el oro, la plata y el bitcoin como “reservas de valor” en medio de la volatilidad del mercado. Esta divergencia de opiniones refleja la encrucijada en la que se encuentra el bitcoin: mientras gana tracción como un activo de tesorería y una cobertura contra la inflación para algunos, otros lo ven como un instrumento especulativo intrínsecamente ligado a los ciclos de riesgo de los mercados tradicionales.