En una acción que avivó la incertidumbre en los mercados, el presidente Donald Trump despidió al director de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). La decisión se produjo inmediatamente después de la publicación del débil informe de empleo, con acusaciones de manipulación política de los datos. La ya volátil jornada en Wall Street se vio agravada por una decisión política que generó estupor entre analistas e inversores.
Tras conocerse las cifras de creación de empleo de julio, que resultaron significativamente peores de lo esperado, el presidente Donald Trump acusó a la Oficina de Estadísticas Laborales de haber "manipulado con fines políticos" los datos. Acto seguido, exigió y obtuvo el despido de su director.
Esta medida, descrita en un artículo como parte de un
En resumenLa destitución del jefe de la Oficina de Estadísticas Laborales por parte de Trump, bajo acusaciones de manipulación, inyectó una dosis adicional de incertidumbre política y desconfianza en los mercados financieros.