La delegación estadounidense, liderada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer, informará personalmente al presidente Donald Trump, quien tendrá la última palabra sobre una posible ampliación de la tregua por otros 90 días. Por su parte, el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, expresó su confianza en que ambas naciones se encuentren “en un punto medio” para mantener un “desarrollo estable, sano y sostenible” en sus relaciones comerciales. Esta aparente distensión en el conflicto comercial fue uno de los factores que impulsó a los mercados bursátiles, que han mostrado resiliencia ante la incertidumbre. Los inversionistas ven en la continuidad del diálogo una señal positiva que podría evitar una nueva escalada de aranceles, la cual, según el Fondo Monetario Internacional, representa uno de los mayores riesgos para la economía global. La voluntad de ambas potencias de seguir negociando ha sido suficiente para calmar temporalmente los temores de una guerra comercial total, a la espera de la decisión final de la Casa Blanca.
