Esta operación, descrita como la más grande en la historia bursátil colombiana, implicó la distribución de aproximadamente 20 billones de pesos en acciones de forma consolidada, eliminando las participaciones cruzadas que caracterizaron al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) durante décadas. Como resultado, los accionistas de Grupo Argos recibieron cerca de 10,8 billones de pesos en acciones de Grupo Sura, incrementando sus derechos económicos en más de un 20 %. La reestructuración ha creado una base de propiedad más democratizada, con cada conglomerado contando ahora con más de 40.000 accionistas. A partir del 28 de julio, se reanudará la negociación de las acciones ordinarias y preferenciales de ambas compañías en la Bolsa de Valores de Colombia, y se espera un ajuste técnico en los precios debido a la nueva estructura. La movida estratégica ya ha generado valorizaciones significativas; desde el anuncio del proyecto, la acción ordinaria de Grupo Sura se ha valorizado un 54 % y la preferencial un 76 %. Ricardo Jaramillo Mejía, presidente de Grupo Sura, afirmó que esta evolución les permite "adaptarnos a las dinámicas de los mercados de capitales internacionales". Por su parte, Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos, destacó que la empresa se proyecta como "una organización más simple, ágil y especializada". La operación también ha tenido un impacto en los índices internacionales, con la acción ordinaria de Sura ingresando al MSCI Global Small Cap y la preferencial a los índices FTSE4GOOD, aumentando su visibilidad para inversionistas globales.
