La compañía reportó ingresos por 96.428 millones de dólares en el segundo trimestre, lo que representa un crecimiento interanual del 13,7 %. Este avance fue atribuido principalmente al dinamismo de sus negocios de nube e inteligencia artificial, disipando dudas sobre la rentabilidad de las fuertes inversiones en este campo. El estratega de inversiones Ross Mayfield, de la firma Baird, señaló en CNBC que los resultados de Alphabet ofrecieron un "retorno sólido" a un mercado que se ha mostrado expectante sobre los beneficios de la IA. El éxito de Alphabet contrastó marcadamente con los resultados de otros gigantes tecnológicos como IBM, cuyas acciones cayeron un 7,6 % tras no cumplir con las expectativas de los analistas. La positiva reacción del mercado a las cifras de Alphabet no solo benefició a sus propias acciones, sino que también generó un efecto de arrastre en el Nasdaq y el S&P 500, índices con un fuerte componente tecnológico. Este desempeño subraya una tendencia en la que los inversores están premiando a las empresas que demuestran una ejecución exitosa en sus estrategias de inteligencia artificial, diferenciándolas de aquellas que aún enfrentan dificultades para capitalizar esta tecnología o que se ven afectadas por otros factores macroeconómicos.
