En el segundo trimestre de 2025, GM registró un impacto directo de 1.100 millones de dólares en sus ganancias, lo que representa una caída del 35,4 % en comparación con el mismo período del año anterior. Para el primer semestre, los beneficios de la compañía disminuyeron un 20,9 %, alcanzando los 4.680 millones de dólares. La empresa estima que el efecto total de los aranceles podría oscilar entre 4.000 y 5.000 millones de dólares a lo largo del año. Para mitigar parte de este impacto, GM planea implementar ajustes en sus procesos de manufactura, políticas de ahorro y ligeros aumentos de precios en Norteamérica. La situación se complica por una desaceleración en la demanda de vehículos eléctricos y la eliminación de incentivos fiscales para estos a partir de septiembre de 2025. En contraste, su competidor Ford se encuentra en una posición menos vulnerable, ya que ensambla el 80 % de sus vehículos dentro de Estados Unidos, mientras que GM importa aproximadamente la mitad de los que vende en el país, principalmente desde México y Corea del Sur.
