Los científicos descubrieron una proteína específica, aún sin nombre oficial, que se activa a bajas temperaturas.

Esta molécula es capaz de reparar roturas en las cadenas de ADN con una precisión nunca antes vista en mamíferos, protegiendo a las ballenas del envejecimiento celular y de enfermedades degenerativas como el cáncer.

Este hallazgo constituye un avance significativo para la biotecnología.

Si los científicos logran replicar o sintetizar esta proteína, podría utilizarse para mejorar los mecanismos de reparación del ADN en humanos, lo que potencialmente podría ralentizar el envejecimiento y reducir el riesgo de cáncer. Uno de los investigadores principales explicó: “Estamos frente a una de las adaptaciones más impresionantes de la naturaleza.

Las ballenas han evolucionado para resistir el paso del tiempo gracias a un mecanismo que podríamos adaptar para uso terapéutico”. La siguiente fase de la investigación se centrará en aislar y sintetizar la proteína para estudiar sus efectos en células humanas, lo que sugiere que las respuestas a algunos de los mayores desafíos de la salud humana podrían encontrarse en las profundidades del océano.