Mediante simulaciones avanzadas, han recreado con precisión los mecanismos biológicos que dan forma a estos diseños. Este avance se basa en los modelos clásicos de reacción-difusión propuestos por Alan Turing, pero los enriquece con nuevas variables que reflejan mejor la complejidad biológica. Los investigadores de la Universidad de Colorado incorporaron en sus simulaciones la variabilidad inherente entre las células y un fenómeno físico conocido como “difusioferosis”, que describe cómo las partículas se mueven en respuesta a gradientes de concentración de solutos. Al combinar estos elementos, lograron recrear con una precisión sin precedentes no solo los patrones generales de manchas y rayas, sino también las sutiles imperfecciones y variaciones que se observan en los animales reales.

El modelo simula cómo las células pigmentarias interactúan y migran durante el desarrollo embrionario, autoorganizándose para formar los diseños característicos de especies como el leopardo o la cebra. Este trabajo va más allá de resolver una curiosidad de la biología del desarrollo; tiene implicaciones importantes para la ingeniería de tejidos y la ciencia de materiales. Comprender cómo la naturaleza crea patrones complejos a partir de reglas simples puede inspirar el diseño de nuevos materiales autoensamblables o guiar los esfuerzos en medicina regenerativa para crear tejidos con estructuras funcionales. Las simulaciones ofrecen una poderosa herramienta para explorar los principios fundamentales que gobiernan la formación de la estructura biológica.