Este avance, resultado de más de dos décadas de investigación y publicado en el New England Journal of Medicine, representa una esperanza tangible para millones de pacientes afectados por esta condición. El dispositivo Prima constituye un hito en la neuroestimulación visual, diseñado específicamente para tratar la atrofia geográfica, una forma avanzada de degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Su sistema se compone de dos elementos clave: un microchip inalámbrico ultrafino, de apenas 2 por 2 milímetros, que se implanta quirúrgicamente bajo la retina, y unas gafas de realidad aumentada.

Estas gafas capturan imágenes del entorno y las proyectan mediante luz infrarroja sobre el chip.

Este, a su vez, actúa como un sustituto de los fotorreceptores dañados, convirtiendo la luz en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como imágenes.

Una de sus características más innovadoras es su sistema fotovoltaico, que le permite funcionar sin cables ni fuentes de energía externas.

Según Daniel Palanker, investigador de la Universidad de Stanford, “El paciente puede combinar la visión periférica natural con la visión central generada por el dispositivo”, lo que facilita la orientación y el desplazamiento. Los resultados del ensayo clínico internacional, que incluyó 38 pacientes, son contundentes: tras un año de entrenamiento, 27 de 32 participantes recuperaron la capacidad de leer letras, números y palabras. Aunque la visión actual es en blanco y negro, el equipo ya trabaja en un software para distinguir tonos de gris, un paso crucial hacia el reconocimiento facial.