Este avance colombiano promete democratizar el acceso al diagnóstico oncológico, especialmente en zonas con recursos limitados.

El dispositivo, que funciona como un “laboratorio en un chip”, está diseñado para identificar los autoanticuerpos anti-p53 en una muestra de sangre, cuya presencia es un indicador de alerta temprana asociado al desarrollo de tumores. Esta tecnología busca superar las barreras de los métodos de detección actuales, que a menudo son costosos, invasivos o requieren infraestructura especializada.

El biosensor utiliza una pequeña superficie de cobre recubierta con el antígeno p53, que actúa como una “trampa” molecular para los anticuerpos. A diferencia de pruebas que requieren marcadores químicos, este sistema mide el momento exacto en que los anticuerpos se unen a la superficie mediante una señal de microondas, agilizando el proceso. Según Jahir Orozco Holguín, profesor de la Universidad de Antioquia, el objetivo es “miniaturizar y escalar esta nueva tecnología para descentralizar el diagnóstico, haciéndolo accesible a pacientes en zonas rurales y de difícil acceso”. Por su parte, el investigador del ITM, Sebastián Montoya Villada, destacó que la tecnología es “fácilmente integrable y, por ende, comercializable”, además de ser una “solución reutilizable”.

Las pruebas de laboratorio demostraron una alta efectividad, con resultados comparables al método estándar Elisa, pero con las ventajas de ser más rápido, sencillo y de bajo costo.