Diseñado con tecnología de impresión 3D y materiales biocompatibles, el dispositivo ofrece una alternativa más accesible, portátil y precisa frente a los equipos importados. Una de sus características destacadas es una interfaz visual que muestra las curvas de presión en tiempo real, facilitando el diagnóstico y seguimiento por parte de los profesionales de la salud. El proyecto surgió en 2020 como una iniciativa interdisciplinaria para solventar la limitada disponibilidad de estos equipos en el país. Según la profesora Olga Cecilia Vargas Pinilla, una de las investigadoras, “esta patente representa un aporte al desarrollo de tecnología en salud en nuestro país”. Además, el proyecto integró activamente a estudiantes de último año del programa de Fisioterapia, fortaleciendo sus competencias en investigación e innovación. El siguiente paso será iniciar una fase de validación clínica para comparar su efectividad con equipos internacionales y, eventualmente, buscar su comercialización, consolidando un nuevo referente en innovación médica con sello colombiano.