El paciente recibió un hígado de cerdo que había sido modificado genéticamente para eliminar proteínas porcinas que normalmente desencadenan un rechazo inmunológico agudo en los humanos.

Gracias a estas modificaciones, el órgano pudo integrarse parcialmente y realizar funciones vitales de manera estable durante medio año, permitiendo al receptor mantener una calidad de vida notable. Un estudio posterior, publicado en el 'Journal of Hepatology', describe este caso como el primer xenotrasplante de hígado exitoso a nivel mundial con una supervivencia tan prolongada. Este hito se suma a otros intentos recientes con riñones y corazones de cerdo en Estados Unidos y Corea del Sur, pero los supera en duración. Los expertos señalan que el éxito de esta intervención abre la puerta a nuevas terapias regenerativas y podría, en el futuro, revolucionar la medicina de trasplantes. Si la técnica se confirma como segura y eficaz en más pacientes, podría reducir drásticamente las listas de espera y ofrecer una nueva esperanza a miles de personas con enfermedades hepáticas avanzadas que actualmente no tienen otra opción.