Este logro abre la puerta a que personas que no pueden producir sus propios gametos puedan tener hijos biológicos.
El proceso, descrito como una prueba de concepto, se basa en una técnica de reprogramación celular similar a la que se usó para clonar a la oveja Dolly, conocida como transferencia nuclear de células somáticas. Los investigadores tomaron células de la piel y trasplantaron su núcleo, que contiene 46 cromosomas, a un óvulo donante al que previamente se le había extraído su propio núcleo. Para resolver el problema del exceso de cromosomas, indujeron un proceso que llamaron "mitomeiosis", que imita la división celular natural para descartar la mitad de los cromosomas, dejando un óvulo funcional con los 23 cromosomas necesarios para la fecundación.
Aunque los resultados son prometedores, la técnica aún se encuentra en una fase experimental. De los 82 óvulos generados y fertilizados en laboratorio, solo un 9 % alcanzó la etapa de blastocisto después de seis días, momento en el que se detuvo el experimento. Además, se detectaron anomalías cromosómicas en los blastocistos resultantes, lo que subraya la necesidad de más investigación para garantizar la seguridad y eficacia del método antes de cualquier aplicación clínica. Este avance no solo ofrece esperanza a mujeres que han perdido su fertilidad por la edad o tratamientos médicos, sino que también plantea la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan tener hijos genéticamente relacionados. Sin embargo, el camino hacia la clínica está lleno de desafíos científicos y éticos que la comunidad científica y la sociedad deberán abordar.