El experimento se desarrolló en un laboratorio especializado en alta energía, utilizando equipos de última generación diseñados para soportar condiciones extremas.

La capacidad de mantener la estabilidad del campo magnético durante un período prolongado es tan significativa como la intensidad alcanzada, ya que intentos anteriores en otros países no habían logrado sostener campos de tal magnitud por tanto tiempo.

Este avance tecnológico abre la puerta a múltiples aplicaciones científicas y tecnológicas.

Los expertos señalan que un campo electromagnético de esta intensidad podría ser clave en áreas de investigación de vanguardia como la física cuántica, el estudio de materiales avanzados, la energía de fusión nuclear y el desarrollo de nuevas tecnologías aeroespaciales. Permitirá a los científicos estudiar el comportamiento de partículas y átomos bajo condiciones extremas, lo que podría acelerar descubrimientos en campos tan diversos como la medicina, la computación cuántica y la exploración espacial. Este logro se enmarca en la considerable inversión que China ha realizado en los últimos años en infraestructura científica para posicionarse como una potencia global en innovación. El récord refuerza la imagen del país como un líder en investigaciones de frontera y demuestra la intensificación de la carrera científica a nivel mundial.