Este fenómeno, que permite que dos partículas compartan información de manera instantánea sin importar su separación, es la base para desarrollar tecnologías revolucionarias como el internet cuántico y la comunicación ultrarrápida y segura. El entrelazamiento cuántico, descrito por Albert Einstein como una “acción fantasmal a distancia”, es una propiedad de la mecánica cuántica donde el estado de una partícula influye directamente en el de otra, sin importar cuán lejos estén. Superando enormes desafíos técnicos, los ingenieros desarrollaron un sistema que utiliza láseres de alta precisión y campos electromagnéticos para manipular los átomos y, crucialmente, mantener su estado cuántico entrelazado a lo largo de distancias significativas. Este avance resuelve uno de los principales obstáculos para la construcción de redes cuánticas funcionales. Las aplicaciones futuras de esta tecnología son transformadoras: desde la creación de un internet cuántico con velocidades de transmisión de datos sin precedentes, hasta el desarrollo de sistemas de criptografía cuántica que harían las comunicaciones imposibles de hackear. Además, es un paso decisivo hacia la creación de computadoras cuánticas a gran escala, con capacidades de procesamiento muy superiores a las de las supercomputadoras actuales. Este hito marca el comienzo de una nueva era en la transferencia de información y la seguridad informática.