Esta innovadora estrategia ofrece una nueva y poderosa herramienta en la lucha contra las superbacterias, una de las mayores amenazas para la salud pública mundial. Ante el creciente problema de la resistencia antimicrobiana, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) causa millones de muertes al año, los investigadores han recurrido a la IA para acelerar la búsqueda de soluciones. El sistema de inteligencia artificial analiza miles de combinaciones genéticas para diseñar bacteriófagos —virus que infectan y destruyen bacterias— con una precisión sin precedentes.

Estos virus artificiales están programados para atacar específicamente a las bacterias más peligrosas, como *Staphylococcus aureus* o *Pseudomonas aeruginosa*, sin afectar a las células humanas ni a las bacterias beneficiosas del organismo.

Este enfoque no solo es más rápido que los métodos tradicionales de descubrimiento de fármacos, sino que también permite la creación de “cócteles de virus” personalizados para tratar infecciones específicas y adaptarse a nuevas mutaciones bacterianas. Aunque los resultados iniciales de laboratorio son muy prometedores, los expertos subrayan la necesidad de realizar ensayos clínicos exhaustivos para garantizar la seguridad y eficacia de estos tratamientos en humanos. De confirmarse su viabilidad, esta tecnología podría marcar el comienzo de una nueva era en la medicina post-antibióticos, proporcionando una alternativa vital para tratar infecciones que hoy son consideradas incurables.