Esta tecnología promete revolucionar la vigilancia epidemiológica y la prevención de enfermedades infecciosas. Un equipo internacional de investigadores ha presentado un avance tecnológico que podría transformar la salud pública: un biosensor con la capacidad de detectar virus presentes en el aire en tiempo real. A diferencia de los métodos de diagnóstico convencionales, que dependen de muestras de laboratorio y largos periodos de análisis, este dispositivo ofrece una respuesta casi instantánea, identificando patógenos en segundos. Su funcionamiento se basa en la combinación de nanotecnología y biología molecular para reconocer estructuras proteicas específicas de las partículas virales.

Al entrar en contacto con el sensor, el virus genera una señal eléctrica que confirma su presencia, incluso en concentraciones mínimas.

Esta alta sensibilidad y precisión minimizan el riesgo de falsos positivos y permiten el monitoreo simultáneo de múltiples amenazas virales.

Las aplicaciones potenciales son vastas y de gran impacto, especialmente en la prevención de enfermedades respiratorias como la COVID-19 o la influenza. Su implementación en espacios de alta concurrencia como hospitales, aeropuertos, escuelas y transporte público permitiría activar protocolos de seguridad de manera inmediata, como la mejora de la ventilación o la desinfección, para evitar contagios masivos. Actualmente, los científicos se enfocan en mejorar la portabilidad del dispositivo y en desarrollar métodos para su producción a gran escala. El objetivo a largo plazo es integrar esta tecnología en sistemas de vigilancia urbana y en entornos domésticos, convirtiéndola en una herramienta fundamental para la gestión de futuras pandemias y la protección de la salud global.