Allí, el rover Perseverance extrajo en 2024 una muestra de roca denominada Sapphire Canyon, la cual contiene lo que los científicos describen como una posible biofirma. Publicado en la revista Nature, el análisis detalla la presencia de arcilla, limo, carbono orgánico, fósforo, azufre y hierro oxidado. De particular interés es la detección de los minerales vivianita y greigita, que en la Tierra suelen formarse en asociación con materia orgánica en descomposición o por la acción directa de microorganismos. Aunque estos minerales también pueden generarse por procesos abióticos, los análisis de la roca no muestran evidencias de altas temperaturas o condiciones ácidas que favorecerían un origen puramente químico, lo que aumenta la probabilidad de una procedencia biológica. El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, afirmó que “este hallazgo nos acerca más que nunca a descubrir vida en Marte”.

Sin embargo, la comunidad científica mantiene la cautela, aplicando marcos de evaluación como la escala CoLD (Confidence of Life Detection) para evitar conclusiones prematuras. La confirmación definitiva requerirá el análisis de las 27 muestras recolectadas por Perseverance en laboratorios terrestres, una misión de retorno que no se espera antes de la década de 2040.