El hallazgo ofrece una nueva ventana al Cretácico y destaca la colaboración entre la comunidad local y los científicos para su preservación.

En medio de las labores de limpieza tras las inundaciones de julio de 2025, un voluntario en Sandy Creek descubrió un conjunto de 15 huellas tridáctilas (de tres dedos) fosilizadas. Cada huella mide entre 45 y 50 centímetros, indicando que pertenecieron a un animal de gran tamaño. Un equipo de paleontólogos de la Universidad de Texas en Austin confirmó que las huellas tienen una antigüedad aproximada de 115 millones de años y pertenecen a un dinosaurio carnívoro bípedo similar al Acrocanthosaurus, un depredador de unos 11 metros de largo conocido como “el terror del sur”. Este tipo de hallazgo es considerado poco común, especialmente en Texas, lo que aumenta su valor científico.

El descubrimiento es también un ejemplo notable de cómo los fenómenos naturales extremos pueden, fortuitamente, sacar a la luz vestigios del pasado profundo. Uno de los aspectos más relevantes del suceso fue la rápida y eficaz colaboración entre los científicos y los residentes locales.

Esta coordinación fue clave para proteger el sitio y evitar que las huellas fueran destruidas por la maquinaria de limpieza. Actualmente, el acceso al lugar está restringido y los investigadores planean realizar un modelado 3D de las huellas para asegurar su conservación digital, preservando así este invaluable testimonio de la prehistoria para futuras generaciones.